La Inyección Intracitoplasmática de Espermatozoides más conocida por sus siglas en inglés ICSI, es una técnica de fertilidad que se utiliza en casos de infertilidad masculina severa, así como en aquellos casos en los que otras técnicas de fertilización in vitro clásica no han tenido éxito.
La ICSI implica la inyección de un espermatozoide seleccionado directamente en el óvulo para lograr la fecundación.
El tratamiento de fertilidad con ICSI, comienza con un proceso de estimulación ovárica controlada que puede durar alrededor de dos semanas.
Durante este tiempo, se monitoriza el desarrollo de los folículos ováricos mediante ecografías para ir controlando su desarrollo.
Una vez que los folículos han alcanzado el tamaño adecuado, se administra una medicación que producirá un pico de LH para finalizar la maduración y poder llevar a cabo la punción ovárica de dichos folículos para obtener los ovocitos.
Luego, se realiza la ICSI propiamente dicha, en la que se selecciona un espermatozoide de alta calidad y se inyecta directamente en el óvulo.
Después de la fecundación, los embriones se mantienen en cultivo hasta que están listos para ser transferidos al útero de la madre.
El tratamiento completo de fertilidad con ICSI, desde la estimulación ovárica hasta la transferencia de embriones, puede durar alrededor de cuatro semanas, aunque la duración exacta puede variar de una pareja a otra, dependiendo de varios factores.
En cualquier caso, puedes ponerte en contacto con nosotros, sin compromiso, para disponer de información más detallada, de tu caso particular.